Comer fuera de casa puede ser una parte emocionante e inevitable de nuestras vidas sociales y profesionales. Sin embargo, puede ser un desafío si estás intentando mantener un estilo de vida saludable. Afortunadamente, con algunos consejos y estrategias, es completamente posible disfrutar de una buena comida sin comprometer tu bienestar. A continuación, te presentamos exhaustivas maneras de hacerlo.
Comer fuera de manera informada
Tomar decisiones informadas al elegir dónde y qué comer es el primer paso hacia una experiencia gastronómica saludable al comer fuera. Haz tu debida diligencia para que tus elecciones sean sabias y alineadas con tu estilo de vida saludable.
Investigación previa del restaurante
Asegúrate de realizar una investigación previa sobre los restaurantes que piensas visitar. Esta práctica no solo te ayudará a encontrar lugares que ofrezcan opciones saludables, sino que también puede mejorar tu experiencia gastronómica.
- Leer reseñas y explorar menús en línea: Internet ofrece infinidad de recursos para conocer los menús de los restaurantes. Sitios de reseñas como TripAdvisor, Yelp, o incluso Google Maps tienen comentarios de otros clientes que pueden darte una idea de lo que puedes esperar.
- Buscar opciones gastronómicas saludables: Cada vez más restaurantes están incluyendo platos bajos en calorías o vegetarianos en sus menús. Busca íconos o secciones destacadas en los menús que guíen estas elecciones.
Conocer las etiquetas nutricionales
Comprender la información nutricional de los platos es crucial para hacer elecciones informadas y saludables.
- Aprender a descifrar menús y entender porciones: Familiarízate con los términos comunes utilizados para describir tamaños de porciones y la preparación de alimentos que pueden impactar su contenido calórico.
- Identificar ingredientes clave que indiquen una opción más saludable: Presta atención a las palabras clave como « integral », « orgánico », « bajo en sodio » o « sin azúcar añadida » para una opción más balanceada.
Estrategias para elegir platos saludables
Las estrategias de selección de platos son esenciales para disfrutar de tu comida sin preocuparte por desviar tu dieta.
Esquivar las trampas comunes
Algunos platos que parecen saludables pueden estar repletos de ingredientes ocultos no tan buenos para tu salud. Aprende a identificar y evitar estas trampas.
- Evitar términos como frito o empanizado: Estas indicaciones apuntan a alimentos con altos contenidos en grasas debido a los métodos de cocción.
- Optar por preparaciones como al horno, a la parrilla o al vapor: Estas alternativas conservan más nutrientes y añaden menos grasa al plato.
Aumentar el consumo de vegetales
Añadir más vegetales a tus comidas es una forma sencilla de potenciar su valor nutricional.
- Elegir ensaladas o guarniciones de verduras: Incorpora variedad en tus comidas al elegir ensaladas llenas de color y diferentes tipos de vegetales.
- Pedir cambios en los platos para incluir más vegetales: Si el plato que te interesa no tiene suficientes verduras, pídele al personal del restaurante que le añada más según tus gustos.
Manejar porciones y calorías
Los restaurantes son conocidos por servir porciones generosamente grandes. Saber cómo manejar las porciones es fundamental para no excederse calorías.
Controlar el tamaño de las porciones
- Compartir platos o pedir porciones más pequeñas: Lleva a un amigo y compartan un plato. Esta es una manera eficiente de controlar tus porciones.
- Tomar parte del plato para llevar: Solicita una caja para llevar antes de comenzar a comer, lo que te permitirá separar una parte de la comida para otro momento.
Balancear la ingesta calórica
- Moderación en aperitivos y postres: Disfruta de aperitivos o postres, pero hazlo con moderación. No necesitas privarte, pero sí controlarte.
- Compensar con una comida ligera previa o posterior: Si sabes que tendrás una cena copiosa, opta por una comida ligera antes o después para balancear tu día.
Beber con inteligencia
Las bebidas a menudo contienen calorías ocultas que pueden añadir de manera significativa a tu consumo calórico total del día. Selecciona tus bebidas con cuidado.
Elegir bebidas de bajas calorías
- Preferir agua, té sin azúcar o bebidas bajas en calorías: Estas opciones te mantienen hidratado sin añadir calorías innecesarias.
- Limitar el consumo de alcohol: Las bebidas alcohólicas pueden ser particularmente calóricas, así que limítalas o selecciona opciones más saludables.
Prestar atención a las calorías líquidas
- Ser consciente del contenido calórico en cócteles y refrescos: Verifica el contenido calórico de tus bebidas, ya que algunos cócteles pueden contener azúcares o jarabes añadidos.
- Optar por versiones ligeras o sin alcohol: Disfruta de las versiones ligeras de tus cócteles favoritos o elige aguas con gas con un toque de limón o lima.
Adaptar tus pedidos a tus necesidades
No dudes en personalizar
La mayoría de los restaurantes están dispuestos a adaptarse a las solicitudes de sus clientes. No dudes en pedir ajustes a tus platos para satisfacer tus necesidades dietéticas específicas.
- Sustituir ingredientes insalubres: Si un plato incluye ingredientes fritos o con mucha mantequilla, solicita que los sustituyan por opciones más saludables como al vapor o asado.
- Solicitar salsas y aderezos aparte: Las salsas pueden añadir muchas calorías y grasas. Pídelas aparte para controlar mejor la cantidad que consumes.
Comunicar tus preferencias alimentarias
- Informar al personal sobre tus restricciones dietéticas: Si tienes alergias o restricciones específicas, comunícalas claramente al personal del restaurante para que puedan asegurarse de que tu comida es segura y adecuada.
- Pedir sugerencias saludables al personal: El personal conoce el menú y puede recomendarte las opciones más saludables que quizás no estén tan resaltadas.